lunes, 21 de marzo de 2016

Germana de Foix, la segunda esposa de Fernando el Católico

Germana nace en Foix, Francia, en 1488. Su padre es Juan de Foix y su madre María de Orleans, hermana del rey de Francia Luis XII. A la muerte de ambos progenitores, Germana queda bajo la tutela de su tío y crece en la corte francesa, donde practica sus más queridas aficiones: el canto, la música y el baile.

Germana de Foix

El destino la lleva a contraer matrimonio, por motivos estrictamente políticos, con un hombre de 54 años al que no conocía y que podría ser su padre, Fernando el Católico. Ella resignada se deja llevar, consciente de que nada puede hacer para evitarlo, y prepara su viaje a España.


La boda con Fernando el Católico


Han pasado casi dos años desde la muerte de Isabel la Católica, y Fernando decide que es el momento de buscar una nueva esposa y tener un hijo para que su hija Juana no herede la Corona de Aragón. La escogida es Germana de Foix, que entonces tiene 17 años.
La llegada a un país extraño no es sencilla para una muchacha tan joven, que no habla español y que además se encuentra sola.

Fernando el Católico
Fernando el Católico

Es en la primavera del año 1506 cuando Germana de Foix y Fernando el Católico se unen en matrimonio. La ceremonia se celebra en Dueñas, Palencia, pero la joven reina fija su nuevo hogar en Valencia y el Palacio Real se transforma casi de inmediato en un espacio dedicado a las fiestas, donde no faltan los mejores músicos y poetas, que tanto agradan a Germana.
El rey está ansioso por tener descendencia, pero tiene la mala fortuna de que aunque su mujer le da un hijo, éste fallece a las pocas horas de nacer. Fernando, desesperado, intenta que el milagro suceda, pero la diferencia de edad entre ambos cónyuges se deja sentir y a Germana se le ocurre una brillante idea. Le prepara al rey un bebedizo de hierbas que, al parecer, le devolvería la virilidad de los veinte años. Sin embargo, el prodigio no se produce y la pócima no sienta bien a su salud, hasta el punto de llevarlo al borde de la muerte y quedar con importantes secuelas que arrastra hasta el final de sus días.

Germana de Foix se queda viuda


Fernando el Católico fallece en 1516 y su viuda queda desamparada, pues sin un heredero nada importaba su presencia y tan indiferente era que volviese a su país, como que se quedase en España. Pero el rey ha previsto esta situación y deja dicho a su nieto, Carlos I , que se ocupe de Germana para que permanezca en España.

Las otras bodas de Germana de Foix


En 1519 Germana se casa con Juan de Brandenburgo-Ansbach. Cuatro años más tarde Carlos I le otorga el título de virreina y lugarteniente general de Valencia, y convierte al marqués de Brandenburgo en capitán general del reino.
Pero de nuevo la fatalidad se ceba con Germana de Foix y en 1525 Juan de Brandenburgo muere, dejándola viuda de nuevo y sin hijos.

Duque de Calabria

Poco tiempo después, Carlos I toma cartas en el asunto y le propone un nuevo matrimonio, esta vez con Fernando de Aragón, duque de Calabria.
La ceremonia se celebra en Sevilla, es la primavera de 1526. Germana vive sus últimos diez años disfrutando de un ambiente festivo y rodeándose de nuevo de poetas y músicos que hacen las delicias del matrimonio.

Germana de Foix, una vida repleta de despedidas


La vida de Germana de Foix está llena de soledades, despedidas y tristezas. Y aunque vive épocas felices, la ansiedad acumulada la empuja a comer en exceso y acaba padeciendo un importante problema de obesidad, que deriva en dolencias más graves.

Monasterio de San Miguel de los Reyes
Monasterio de San Miguel de los Reyes

Muere en 1536, a los 48 años de edad. Su cuerpo descansa en el Monasterio de San Miguel de los Reyes, junto a Fernando de Aragón, en la ciudad de Valencia.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados


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